Podemos descubrir que nuestra típica Plaza Vieja ha cambiado ligeramente: hoy cuatro palmeras pueblan los jardines cercados por unas rejas bajas, no queda rastro de la casa de blanco andaluz que hacía esquina con la calle Priego y que ha sido sustituida por una moderna sin el tejado compañero al del antiguo asilo y, a nuestro lado más próximo, una pequeña glorieta coronada por una farola ordena el pesado tráfico, en contraste con esta de hace veintiún años en la que no se ve ningún vehículo.
Estupenda foto en la que se puede apreciar perfectamente el encanto que tenía la plaza vieja.
ResponderEliminarGraicas
MI enhorabuena. Sensacional blog!
ResponderEliminarMateo.
Gracias por los comentarios.
ResponderEliminarMañana podremos ver otra fotografía.
Saludos.
Qué recuerdos!!!
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